Unos son estrictos, otros muy consentidores. Unos son viejos, otros más jóvenes,
pero todos, abuelos y abuelas, son fundamentales en el crecimiento emocional de
nuestros hijos.
No existen sustitutos de los padres, pero lo que definitivamente se acerca más al
amor por los hijos, son los abuelos.
La protección, el cariño que demuestran y el amor incondicional de los abuelos es
incomparable. Sus historias son tesoros puestos en palabras que nos dan a las
generaciones más jóvenes un sentido de identidad.
Grandes beneficios
Algunos de los beneficios que nos da la convivencia con los abuelos son:
Para un niño, sus abuelos son la base de su historia personal. Todo ser humano
tiene la curiosidad de conocer sus raíces, su historia, de dónde viene, y los abuelos
representan esa parte de su pasado que forma parte de su vida.
No hay como los abuelos para ayudarnos a cuidar a los hijos. Que mejor que sangre
de su sangre para encargarse de los pequeños cuando la madre y el padre no
pueden hacerlo.
Los abuelos son magníficos compañeros de juego. Los niños a través del juego,
aprenden a relacionarse, a convivir, a pensar, a respetar reglas, a esperar su turno
(paciencia). El juego une, entretiene y divierte. Los niños encuentran en los abuelos
los compañeros ideales por el tiempo que pueden dedicarle, la paciencia y sabiduría
para enseñar y el cuidado que tendrán con los niños precisamente por el amor que
les tienen.
Los abuelos son paternidad con experiencia. Gracias a los años de vivencias y
experiencias personales, los abuelos nos aventajan en sabiduría, por lo que
debemos aprovecharla y aprender de ellos.
Los abuelos son los mejores confidentes y consejeros. Los niños ven en ellos las
personas con quienes pueden platicar de esos temas que, según los niños, sus
padres no entenderían. Los abuelos, gracias a los años que han vivido y a su
experiencia con sus propios hijos, saben ponerse "al nivel" de los niños y explicarles
los temas de forma sencilla y entretenida. Y con los adolescentes, pueden platicar de
temas que con sus padres se avergonzarían tratar, lo que da a los abuelos una
importancia trascendente en la educación de nuestros hijos.
Los abuelos son excelentes intermediarios entre padre e hijo cuando se presenta
algún conflicto.
No sólo se benefician los nietos de la relación con sus abuelos, pues también éstos
le dan un nuevo sentido a su vida, no sólo por la continuidad de la familia, sino
porque será como revivir esa época cuando ellos eran padres, sólo que sin el trabajo
que éste conlleva por lo que es más fácil de disfrutarlos.
Su insospechada importancia
Los abuelos fomentan el sentido de identidad que toda persona en su infancia
necesita para sentirse seguro en la vida. Esta identidad se refiere a saber quién soy,
a quién me parezco y el lugar que ocupo en mi familia. Pero sobre todo, nos dan un
sentido de pertenencia, pues saber que uno es parte de algo, ayuda a hacer sentir
qué tan importante se es para los demás.
Es por eso, que los abuelos crean en sus nietos un sentido de seguridad que los
ayuda a desempeñarse mejor en el mundo.
Cómo fomentar una buena relación con los abuelos
Conscientizar al niño de lo afortunado que es de tener abuelitos, y de la importancia
de mantener esa relación cercana. Una forma de hacerlo es visitarlos con frecuencia,
tener detalles con ellos como hacerles una carta diciéndoles cuánto los queremos, o
enviando fotografías (no hay abuelo que no se derrita con fotos de sus nietos).
Permitir a los abuelos pasar tiempo a solas con sus nietos para conocerse
mutuamente y de manera más íntima y personal.
No intervenir en la relación entre ambos, hay que recordar que el vínculo entre nietos
y abuelos es de ellos y que no necesitan intermediarios, a menos, claro, que se trate
de ayudar en un problema mayor, como podría ser un mal entendido que los
mantenga alejados.
No permitir que alguna diferencia que tengamos con alguno de los abuelos, tenga
influencia en la relación con sus nietos. Es frecuente escuchar que padres e hijos o
suegras y nueras, se encuentran distanciados por alguna diferencia o problema que
aleja por consiguiente también a los nietos y de esto, los únicos que saldrán
perdiendo serán estos últimos por dos razones:
La primera, que es común que las familias con el paso del tiempo se reconcilien, y
los nietos habrán perdido todo ese tiempo sin la compañía de sus abuelos, y la
segunda, sería muy negativo para su formación y educación ver que padres e hijos
están "peleados" cuando precisamente lo que buscamos es educarlos en el amor y
unidad que la familia supone.
Enseñarles fotos, contarles historias y anécdotas del pasado de los abuelos para
que los conozcan mejor.
Para el abuelo que lucha contra alguna enfermedad o depresión, el mantener
contacto con sus nietos le ayudará no sólo a sentirse mejor, por la alegría que
proporcionan los nietos y la distracción de sus problemas, sino que también se
sentirá de gran utilidad en su papel dentro de la familia.
Aprender a valorar y respetar a los abuelos es el mejor inicio para lograr una
convivencia familiar más plena, llena de generosidad, amistad y amor entre las
personas que la conforman.
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